EL MILAGRO MEXICANO
El milagro
mexicano -acto de magia colocado a la misma distancia del "milagro
alemán" que la mantenida por el subdesarrollo y el desarrolle- ha llegado
a ser el tópico de la burguesía mexicana, y a la vez el ejemplar escaparate
para exhibición de mercancías sociales, políticas y culturales del imperialismo
norteamericano en Latinoamérica
Alimentación y salud
Si se entiende la salud de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, como un estado completo de bienestar físico, mental, social y no solamente como la ausencia de enfermedad o de invalidez y si, además, se tiene presente la Declaración Universal de los Derechos del Hombre que proclama: "Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure así como a su familia, la salud, el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda.. ."
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"la
salud del pueblo, es la suprema ley" fue una orden breve, contundente y doctrinal
propuesta como regla hace más de dos mil años, que con beneplácito, fue
escuchada y aprobada en el foro de Roma. Esta sentencia es un aforismo pleno de
enseñanzas que no debió ser olvidado. La frase pertenece a Marco Tulio Cicerón.
La enorme
desproporción en densidad de población entre las grandes ciudades y el campo
(éste con su muy escasa densidad por kilómetro cuadrado) no se puede
subestimar. Según el censo de 1960 había en México 145 710 localidades, entre
las que se distribuían centros de población de alrededor de 240 habitantes.
Independientemente de que esta cifra se haya modificado en el último censo, no
pierde validez la afirmación de las grandes diferencias entre un conglomerado
de campesinos, con una población muy dispersa, y la población concentrada en
las ciudades. Los problemas sociales, asistenciales, educacionales y de
salud siguen existiendo y acentuándose. Todo ello pese al impulso de la
urbanización y a la concentración de habitantes en las ciudades. La existencia
de cerca de 18 millones de mexicanos que viven en el medio rural, en condiciones
precarias y deplorables permite afirmar que la situación de desequilibrio entre
ese medio y el urbano no se ha modificado.
El consumo de alimentos en las ciudades importantes es aproximadamente el doble o más, del que corresponde a la población rural. Aproximadamente la tercera parte de la población infantil del medio rural padece alteraciones clínicas marcadas y evidentes de desnutrición y crecimiento lo cual conduce ulteriormente trastornos de maduración,
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